Transporte de hidrógeno: nuevos retos para la sostenibilidad

11-dic-2023

A estas alturas, no cabe duda de que el hidrógeno, dada su versatilidad de uso tanto doméstico como industrial, tendrá un papel central en el sector energético y en lo que se denomina la “transición energética”. El hidrógeno, de hecho, garantiza una serie de ventajas, pudiendo utilizarse no solo como combustible, sino también como acumulador de energía producida a través de fuentes renovables, como el viento, el agua o el sol.

A estas alturas, no cabe duda de que el hidrógeno, dada su versatilidad de uso tanto doméstico como industrial, tendrá un papel central en el sector energético y en lo que se denomina la “transición energética”. El hidrógeno, de hecho, garantiza una serie de ventajas, pudiendo utilizarse no solo como combustible, sino también como acumulador de energía producida a través de fuentes renovables, como el viento, el agua o el sol.

Por ello, la política, tanto a nivel europeo como nacional, está dando indicaciones claras sobre cómo proceder para prepararse ante la inminente distribución y uso de este vector energético, para que el gas H2 pueda contribuir a mitigar la emergencia climática.

Transporte de hidrógeno en la red de gas: cómo funciona

Dado que el hidrógeno podría representar una solución ambiental económicamente sostenible y, por tanto, contribuir a resolver los problemas de suministro energético de la Unión Europea, su posible uso a gran escala impone la necesidad de abordar la modalidad de transporte del hidrógeno para diversos usos finales. Sin embargo, cabe señalar que el transporte de hidrógeno no está del todo exento de posibles riesgos. El primero está relacionado con su inflamabilidad y la posibilidad de que las moléculas de hidrógeno puedan dañar las tuberías al interactuar con los materiales con los que están fabricadas y crear problemas en la infraestructura.

Por ello, es necesario adecuar la infraestructura existente, planteando intervenciones de digitalización y automatización, así como de mantenimiento y supervisión. También deben establecerse protocolos sobre la correcta gestión de la red de gas "reconvertida" al transporte de hidrógeno, que permita que el sistema siga garantizando los elevados niveles de seguridad que ya caracterizan a la red europea de gas.

En este sentido, a finales de marzo de 2023 el Consejo de la UE definió la posición de los Estados miembros en relación con dos propuestas, un reglamento y una directiva que establecen reglas comunes para los mercados interiores de gas renovable y natural, con el objetivo de diseñar la transición del sector a los gases renovables y bajos en carbono, en particular al biometano y al hidrógeno, con vistas a alcanzar el objetivo de neutralidad climática de la UE en 2050.

Entre las propuestas, que tienen como objetivo crear un marco regulatorio para las infraestructuras y los mercados dedicados al hidrógeno y para una planificación integrada de la red, destaca la que permite la posibilidad de mezclar el hidrógeno en el sistema de gas natural hasta en un 2% por volumen (en lugar del 5%). El objetivo es garantizar una calidad de gas armonizada y no comprometer el tratamiento, almacenamiento y/o uso del gas natural y permitir, lo antes posible, la introducción del hidrógeno en las redes de transporte y distribución de gas natural, asegurando los más altos niveles de seguridad para los usuarios, la población y el medio ambiente.

Red de transporte de hidrógeno: cómo reconstruirla con automatización industrial

La mezcla de hidrógeno en las redes de transporte y distribución de gas natural debe considerarse la vía más inmediata para el transporte de hidrógeno, teniendo en cuenta que las limitadas cantidades disponibles actualmente harían "prematura" la construcción de una red dedicada. La industria de la automatización y la digitalización de procesos ha propuesto numerosas soluciones para apoyar a los operadores del sector de la distribución y del transporte de gas natural con soluciones asequibles diseñadas para afrontar los retos del blending (una técnica que se basa en inyectar un porcentaje de hidrógeno en la red de gas natural).

Se trata de soluciones destinadas tanto a medir estas nuevas mezclas como a la certificación de las mismas para prevenir explosiones y validar la resistencia de los materiales. Además,  contribuyen al revamping (o renovación) de estas infraestructuras, teniendo en cuenta numerosos aspectos relacionados con la química de los fluidos, como las medidas y la seguridad. Muchas de las soluciones propuestas ya están configuradas para un 30% de blending, muy por encima del límite permitido actualmente, puesto que la renovación de la red se está desarrollando pensando en el escenario que se avecina en los próximos veinte años, cuando se espera tener mayores porcentajes de hidrógeno en la red.

Productos como los caudalímetros ultrasónicos de gas, además de ser una tecnología habilitadora para el proceso de digitalización de la red de gas, permiten aumentar el nivel de seguridad de los operadores, garantizar la eficiencia para un equilibrio más preciso de las redes de gas, y gestionar las plantas de forma remota, reduciendo los costes de mantenimiento.

Gracias a la capacidad de medir con precisión el flujo de gas incluso a caudales mínimos y a las nuevas funciones innovadoras y revolucionarias, estos instrumentos permiten mantener en equilibrio la red con mayor facilidad y precisión. Pero eso no es todo. Con vistas a la interoperabilidad, ponen a disposición, además de los datos medidos, información adicional sobre lo que ocurre alrededor del instrumento. De hecho, se trata de soluciones capaces de dar respuesta a las necesidades de transformación de redes cada vez más descentralizadas y destinadas a albergar múltiples fuentes de entrada.

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