Envases y plásticos ecológicos, ¿cuáles son las soluciones para 2023?

23-oct-2023

En el sector de los embalajes industriales, la transición ecológica es sinónimo de embalajes ecológicos. La adopción de soluciones cada vez más innovadoras y ecológicas, realizadas a partir de materiales reciclados, es una de las prácticas que se ha introducido en las estrategias de sostenibilidad de las empresas. Todo esto para lograr una producción con un menor impacto sobre el medio ambiente.

Hyperloop mejora en la medición distancias gracias a la gama OD2000
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En el 2022 se han producido en todo el mundo 400 millones de toneladas de plástico. A este ritmo de producción se estima que en 2050 la cantidad será de más de mil millones. Estos datos se extraen del informe «The Climate Impact of Our Insatiable Plastic Addiction» (el impacto climático de nuestra insaciable adicción al plástico), publicado en diciembre por Bloomberg. Según las evaluaciones de la OCDE de 2022, estos números equivalen a un nivel de emisiones de efecto invernadero que representa el 3,4 % de las emisiones globales. 

El sector del embalaje juega un papel fundamental en estos datos. La mayor parte de los residuos sólidos proceden de los embalajes, y el plástico, actualmente, es el material más utilizado a nivel mundial. Se estima que en Estados Unidos, por ejemplo, el porcentaje de residuos por embalajes alcanza el 30 % del total.

Para reducir los residuos, la industria se ha comprometido desde hace tiempo a encontrar alternativas ecosostenibles al plástico mediante el uso de embalajes ecológicos e innovadores realizados a partir de materiales reciclados. Los embalajes ecológicos son uno de los instrumentos en los que se centra la Unión Europea para alcanzar los objetivos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero antes de 2050 dentro de las nuevas políticas ambientales.

Pero, ¿cuáles son las características de los embalajes ecológicos y sus soluciones en este 2023?

¿Qué son los embalajes ecológicos?

Según el artículo 218, párrafo 1 letra H, del Decreto Legislativo 152/2006 y modificaciones posteriores, por embalajes ecológicos (o Green Packaging) se entiende la «reducción, en especial a través del desarrollo de productos y tecnologías no contaminantes, de la cantidad y nocividad para el medioambiente ya sea de los materiales y sustancias utilizadas en los envases y residuos del embalaje, como de los embalajes y residuos del mismo durante la fase del proceso de producción y las de comercialización, distribución, uso y gestión posconsumo».

El concepto de embalaje ecológico, por lo tanto, no se debe asociar únicamente a la reducción al mínimo del peso y volumen del embalaje, sino también a las acciones que puedan reducir su impacto medioambiental a través de un enfoque basado en el análisis del ciclo de vida de las soluciones empleadas para fabricar un determinado producto.

Para ser considerado un «embalaje ecológico», por lo tanto, requiere de determinados requisitos como, por ejemplo:

  • Estar realizado a partir de materiales reciclables, biodegradables, procedentes de fuentes renovables y poseer un diseño inspirado en los principios de la economía circular, capaz de garantizar la seguridad y la protección del producto en cuanto a normativas de seguridad e higiene.
  • Disponer de un envoltorio simple y fácil de desechar para garantizar una correcta clasificación de los residuos, en el que se informe claramente sobre la procedencia de los materiales.
  • Estar diseñado para garantizar un segundo ciclo de vida después de su uso, favoreciendo así el modelo de reutilización circular.

Disminuir las materias primas del embalaje y, por lo tanto, sus dimensiones, significa hacerlo más liviano y reducir así los residuos. El empleo de fuentes renovables y de una maquinaria innovadora y sostenible en el proceso de producción permite limitar al máximo posibles desechos en la producción y un desperdicio de materias primas.

El Life Cycle Assessment - LCA (Evaluación del ciclo de vida) es el instrumento que certifica la sostenibilidad del embalaje y permite a las empresas evaluar el impacto medioambiental del producto.

Los embalajes ecológicos deben, por lo tanto, estar realizados siempre de manera responsable y sostenible, con soluciones realizadas a partir de materias primas biodegradables y reciclables como, por ejemplo, el papel, el cartón y el polietileno reciclado, obtenidos con métodos de extracción y producción destinados a generar un menor impacto medioambiental. De esta manera, se limita el consumo energético, ya sea en la fase y en los procesos de producción, como en los de logística, y se tiene en cuenta la posible repercusión del embalaje en el medioambiente durante todo su ciclo de vida.

Las vías posibles para el ciclo de vida de los embalajes ecológicos son dos: su posterior reciclado tras el uso y su reutilización y transformación. Recientemente, en el ámbito del Pacto Verde Europeo para la economía circular, la Comisión Europea ha presentado una propuesta de revisión de la legislación comunitaria sobre los embalajes y sobre los residuos que derivan de los mismos (Reglamento sobre los envases y residuos de envases), cuyos objetivos son:

  • Reducir la producción de residuos de los embalajes del 15% per cápita antes del 2040 respecto al 2018, promoviendo tanto su reutilización como su reciclado.
  • Conseguir que todos los embalajes sean reciclables antes de 2030.
  • Introducir índices obligatorios de contenido reciclado que se deberán incluir en los nuevos embalajes de plástico.

La propuesta prevé, por lo tanto, la introducción masiva de embalaje industrial reutilizable y reciclado de, al menos, el 20% a partir de 2030 (y de un 80% desde 2040), en lugar de los embalajes reutilizables de un solo uso.

Según las previsiones, si se alcanzaran estos objetivos, la producción de residuos de embalajes se reduciría en 18 millones de toneladas en 2030 y 32 millones de toneladas en 2040, lo que supondría una reducción de la producción de residuos por embalaje de 3,1 millones de toneladas con respecto al 2018.

 

Las soluciones de los embalajes ecológicos para el 2023

Las empresas están cada vez más comprometidas tanto con la búsqueda constante de soluciones innovadoras de embalajes ecológicos para reducir el uso de plásticos derivados del petróleo, sustituyendo el plástico por el cartón o el papel o, incluso, utilizando plásticos reciclados, como con una mayor reducción del volumen de los embalajes así como del peso de aquellos de plástico y papel.

Los principales materiales utilizados para los embalajes ecológicos son: el plástico reciclado y biodegradable, los plásticos de origen vegetal, papel y cartón reciclado, madera de silvicultura sostenibles, el cartón ondulado; reciclable en un 99,9% y personalizable, y las bolsas de polietileno reciclado. Todos estos materiales permiten la fabricación de embalajes altamente funcionales que con un consumo mínimo de materias primas garantizan un producto de calidad y conforme a la normativa de los embalajes ecológicos

En concreto, cada vez más empresas han puesto en marcha proyectos para garantizar el uso de embalajes ecológicos para el transporte de sus productos y soluciones, desarrollando, junto con sus distribuidores, soluciones de embalaje cada vez más innovadoras y ecológicas para los clientes.

Con este propósito, SICK, en lugar de la clásica espuma de dos componentes que se usa para fijar durante el transporte, utiliza desde hace tiempo únicamente papel macizo y plástico de burbujas, con un porcentaje de plástico reciclado de al menos el 50% para garantizar su seguridad. Además, sustituye los embalajes de plástico estándar por bolsas de plástico de tres tamaños diferentes, reduciendo así el embalaje secundario. Unas dimensiones del embalaje más reducidas y adaptadas permiten, de hecho, reducir el consumo de plástico, además del volumen total del propio embalaje.

De esta manera, SICK reduce la huella de carbono del embalaje hasta su transporte y contribuye a conservar intacto el medioambiente.