Para que los productos funcionen como ha solicitado el cliente, SICK ofrece una prueba de aceptación de fábrica. Esto significa que, antes del suministro, un equipo de expertos de SICK comprueba los productos en presencia del cliente, en base a un protocolo específico del dispositivo. La prueba se realiza en SICK. El alcance de la verificación depende del tipo de pedido y los posibles requisitos específicos de los clientes. La prueba sirve como justificación de que los productos satisfacen los requisitos funcionales del cliente. El cliente recibe un protocolo de recepción y verificación que certifica la funcionalidad de los productos. La prueba de aceptación de fábrica ofrece además al cliente la posibilidad de conocer el modo de trabajo de SICK directamente in situ. Además, el cliente obtiene una visión de la producción de SICK.