El montaje y la puesta en servicio de los sensores de horquilla WFM es muy sencillo y rápido gracias al sistema “plug & play”. Su indicador de recepción amarillo se puede ver desde cualquier ángulo, permitiendo así obtener una información óptima a través del comportamiento de conmutación del WFM. Dado que el emisor y el receptor se encuentran en cada caso en la misma carcasa, no se requiere emplear tiempo en la alineación. Las tareas de detección se pueden preparar y resolver de forma rápida y sencilla. Los WFM poseen una carcasa de aluminio robusta y están disponibles en cinco diseños diferentes con anchos de horquilla de 30 a 180 mm y profundidades de horquilla de 40 a 120 mm. Estos sensores de horquilla de SICK son adecuados para un gran número de aplicaciones, entre las que se encuentran la detección de piezas en procesos de producción, los controles de presencia de objetos diferentes o los procesos intralogísticos.